Reflexiones. “Somos lo que hacemos, somos nuestros actos”
En nuestra España, nos hemos llenado la boca de lo que es “Excelencia y Calidad”, sin embargo la evidencia nos dice que nos contradecimos.
Al
principio me pareció curioso ver vestidos y calzados a los malawianos con
nuestra ropa y zapatos, la de los occidentales, esas que dejamos a la puerta de
casa, la que llevamos a las iglesias, a Cáritas, la que donamos a los
necesitados en las campañas de recogida de ropa.
Ahora
les reconozco su inteligencia. Ahora ellos se visten de ropas confeccionadas
correctamente, realizada con materiales nobles de primera calidad, por pulcros
sastres y costureras, con calidad, desde el botón hasta el último pespunte. Los
zapatos que llevan son zapatos de piel, cosidos a mano, con doble piel,
verdaderas artesanías, cómodos, de hormas españolas o italianas, preciosos.
Esos zapatos que desechamos por estar “pasados de moda”.
Miro
atrás y recuerdo mi España del invierno del 2012, vestidos a “la última” con
ropa sintética y zapatos 100% sintéticos, importados de “Asia”.
Los
“occidentales”, los que nos llamamos el “primer mundo”, vestimos la
apariencia, ellos “los del tercer mundo”, visten la calidad, la que hemos
desechado nosotros.
Y
me pregunto, ¿no iré a algún mercado de Lilongwe y terminaré comprando algún
vestido que fue mío hace unos años y lo deseché porque había pasado de moda? ¿No
haremos estos en los demás ámbitos de nuestra vida? ¿Es que decimos una cosa y
hacemos otra? ¿No es que nos estamos equivocando en tantos y tantos aspectos en
el que llamamos “primer mundo”?
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