viernes, 23 de septiembre de 2016

Gracias Pintiliesku

Me vi en el museo Pintiliesku el día
9 de septiembre de 2016

Corona artística Pintiliesku
Corona artística Pintiliesku

Pintiliesku se ofreció a preparándome un cigarro de picaduras de algo que no era tabaco, tampoco ninguna hierba rara y que tenía un sabor entre caramelo y regaliz.
Cigarro de caramelo y regaliz
Cigarro de caramelo y regaliz

Lo único que deseaba era observar la chimenea
Lo único que deseaba era observar la chimenea
Llevaba lentes redondas. Yo le observaba y el me observaba intentando yo, entre ese cambio de conductores, echar un ojo a todas las pequeñas cosas que tenía su museo.Quería que retirase de mí la vista para observar sin pudor la chimenea.

Marionetas del Teatro Pintiliesku
Marionetas del Teatro Pintiliesku


Creación artísticas de Watson
Creación artísticas de Watson
Me había ofrecido asiento Watson mientras él se “higienizaba” y, en tanto, me hacía compañía Pintiliesku. 

Me lancé y le mostré mi interés por las pequeñas cosas y por otras que fui descubriendo de mayor tamaño. Era artista, actor de teatro, de hecho comprendí que ese domingo le vería actuar, porque era la actuación a la que Julius me hubiese invitado en caso de que Watson no lo llevase ya agendado. Pintiliesku realmente hacía el teatro que realmente deseaba ya que sus ingresos venían de otras fuentes.

 No les había sorprendido, o sí, que quisiese hacer una foto de la chimenea, pero también de la composición de hierro que me coronaba, y, por supuesto, del soporte de la tele en blanco y negro y, sin lugar a dudas, de las redes-cortina (nada más verlas, pensé en mi madre y mi hermano, seguro la primera las quiere copiar)... y de mí misma, pero sólo cuando Watson me dice, no te has visto en la estancia? También estaba yo. 

¿No te has visto?
¿No te has visto?


Es para tí
Es para tí
No había descubierto una de las más pequeñas creaciones, cuando de pronto Pintiliesku alarga su mano y me la ofrece “¿Es un pájaro?” pero no me contestó. 

“Es para ti”, me había regalado una de sus creaciones artísticas. Entonces vi que además de un pájaro, también tenía un caracol y un pez martillo. Uno de los tres o los tres, habían puesto un huevo en la pequeña base, me la llevé al corazón agradecida y la metí al bolso maleta que me acompañaba.


Nos fuimos a  cenar, entre risas, y más risas y mucho frío nos comimos un chivito. Los chivitos que son TODO lo que tengas en la nevera, se hacen también entre dos panes, lo que agradecí que lo hubiesen pedido al plato.
Gracias Pintiliesku
Gracias Pintiliesku

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